Guillermo el Conquistador by DAVID SILVESTRE

autor:DAVID SILVESTRE [David Silvestre]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Teatro, Drama, Histórico
editor: EbookDigital
publicado: 2022-06-01T00:00:00+00:00

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1 Infierno clásico.

7

EL CASTILLO DE MALCOLM

El castillo de Alnwick se discernió en el horizonte con su altos muros y torres vigía con las antorchas prendidas en el anochecer y bajo aquel cielo escocés plúmbeo y gris, el mismo que protegía entre sus murallas el cruce del río Aln que daba a la frontera escocesa, con sus campanarios a forma de minaretes y balcones en lo alto entre sus saeteras incrustadas en la piedra, tras traspasar el puente levadizo custodiada por la guardia de Malcolm, toda ella en armadura y cascos, se abrió la puerta central que daba a una nave inmensa a forma de tres arcos románicos entre columnas corintias, el aspecto de su fachada interior estaba recubierta y decorada de diversos órdenes mezclados, entre cornisas, frisos de metopas y triglifos, frontones, las pilastras llegaban y arrancaban de sus balaustres torneados, diversos muebles toscos estaban recubiertos con bellos elementos de forja dada su robustez, con ello trataban de pulir en algo la misma, y a falta de ensamblajes, los hierros garantizaban la solidez de los mismos y la trabazón de sus piezas de encaje. Entre sus mesas aparecieron las de estilo florentino en cuyas marqueterías figuraban planchas de mármol empotradas sobre madera dorada, los sillones eran genoveses con incrustaciones de marfil y respaldos de tiras anchas de cuero, destacaba su tapicería en satén y terciopelo verde con los escudos de Malcolm, los toscos bancos surgían adosados a los muros o arcas sobre los que los invitados podían tomar asiento. Las losas de mármol conformaban el suelo con un estrado al fondo y el trono, una chimenea crujiente y encendida caldeaba la nave alejando el frío glacial exterior, el que a flujos y reflujos el viento sibilante empujaba y absorbía una y otra vez al igual que la llamada de un demonio. Las vidrieras a forma de arco colgaban de lo alto y una cúpula inmensa estaba presente sobre sus cabezas, también centinelas con antorchas cubrían las dependencias del piso superior desde garitones con vista tanto al exterior como al interior.

Malcolm, su rey, surgía reclinado sobre su trono, parte del norte y oeste del país permanecía bajo jurisdicción y dominio escandinavo debido a las incursiones nórdicas. Malcolm en realidad siempre había pujado por extenderse hacia el sur en especial en su lucha empecinada por la conquista del condado inglés de Northumbria.

Edgar de Wessex se presentaba entre aquel grupo de exiliados frente a su cuñado, Malcolm Canmore, el que le había concedió asilo huyendo de Londres y de las garras de Guillermo el Bastardo, entre el grupo guiado por Gospatric, conde de Northumbria, se encontraban: Agatha, viuda de Eduardo el Exiliado, el sobrino de Eduardo el Confesor, y sus hijos el ya citado Edgar de Wessex y sus hermanas Margaret y Cristina. El trayecto había sido agotador desde el sur y venían extenuados.

El rey escocés era un hombre entrado en años de aspecto de ogro y desconfiado, estaba acompañado por todos los miembros de su consejo, sobre el estrado se

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